1ª DEDICATORIA
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Para el ínclito Valito,
siempre devoto de Eros;
siempre con tanto apetito,
que nunca se ha visto ahíto,
en tantos abrevaderos.
Era yá,desde chaval
incansable juguetón,
debajo del camisón
de una vecina muy guapa,
cuyo nombre,el autor tapa,
por no dar un resbalón.
Fue mutua y profunda entrega
por rincones y pajares:
los dos gozaban a mares
y se querían sin pega;
pero fue mal estratega,
pues le pasa igual que a mí:
a los dos nos pasa así:
que ambos disfrutamos más
contando nuestras conquistas,
esquiando en tantas pistas
como nos dejan:Quizá,
esa fuera la razón
más fuerte del resbalón
que pegara Nicolás.
Esta es la razón segunda,
propia de aquellos poblachos:
ella tenía unos cachos
más de tierra.La coyunda
quebró,por motivos tales;
pero las muchas facetas
se describen a raudales
"en las cartas credenciales:
que dijo el primo Carretas.
Así ese pájaro empieza;
pero como era un pillín,
no dejó por S.Martín
ni un títere con cabeza.
Luego,a Alemania se fue;
fue después a Barcelona:
allí´yo le acompañé
y habrá tirado los tejos
a cualquier moza fondona.
Hoy tiene en Torredembarra
un precioso apartamento
un precioso apartamento.
Allí hacemos cada farra,
que lo único que yo siento
es la excesiva distancia;
pero no tiene importancia
tantas horas en el coche,
porque aquello es un derroche
de pasárselo fetén .
No nos hace a los dos falta
mas que unas cuantas botellas
de Rueda o de la Rioja alta,
para pasar las paellas.
Él no perderá ocasión,
seguro,porque su piso ,
es un claro paraíso
para un viejo solterón.
Yo en tu lugar,buscaría
cada trimestre,una tía;
las "timbas" más peligrosas
yo,en tu lugar dejaría;
cultivaría las rosa,
que no las de Alejandría;
quince quilos me quitaba;
sería,hasta cierto punto,
como siempre,la caraba...
( Colás,ese es el asunto).
Y que se mueran los feos,
que no tengan un reclamo.
Ya sé que está él en un tramo
para pocos cachondeos;
pero,si más se cuidara,
otro gallo le cantara.
Si buscas rollos tranquilos
y te quitas quince quilos,
tú mismo comprobarás,
que te queda mucha cancha:
si a estos consejos se engancha,
tiene cancha,Nicolás.
Tú mi cariño mereces,
hijo fiel del pueblo llano;
pues me lo pagas con creces,
con tu cariño de hermano
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Ciudad Rodrigo 27 - 8 - 2OO1
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2ª DEDICATORIA
Es esta dedicatoria
bicéfala,porque hay dos
protagonistas,y los
incluyo en la misma historia.
Dejemos berenjenales
y hablemos de los frutales:
que esos no son problemáticos;
toquemos temas simpáticos
y hagamos buenas meriendas,
regadas siempre con sendas
botellas de buen morapio.
Imitemos a Serapio,
el gran tío de Perchel.
No llegaremos a él:
que hay que tener muchos huevos
para estar a su nivel;
pero estos alumnos nuevos,
émulos de Pantagruel,
en cuanto se juntan todos,
saben empinar los codos
haciendo muy buen papel:
no se quedan muy atrás:
cuando Higinio y Nucolás
van con Jacinto y Faustino
a la Laguna de Gredos.
Todos se chupan los dedos
con la merienda y el vino;
con las tortillas,que están
tan buenas como ese pan
que hace Mariano en su horno.
Todos se sientan en torno
de algún enorme peñasco,
y todos beben del frasco
lleno de bebidas frías:
pues eso es lo que hay que hacer:
comer y mejor beber,
y..., a vivir: que son dos días.
La Laguna es algo que
se te mete en la retina:
nadie,así se la imagina
si no ha puesto en ella el pie.
Yo hace tiempo que tenía
ganas de subir un día
hasta el Pico que se ve,
imponente,desde allí..,
y,de pronto apareció,
lo vimos Jacinto y yo,
uno que nos dijo así:
- por si os interesa,voy
a subir al Moro,hoy,
como otras veces subí.
Los dos dijimos,a coro:
¡subimos,también al Moro¡;
llévanos detrás de tí.
Y atacamos con tesón
La Portilla de los Machos;
y detrás de los picachos
de emoción en emoción,
cada vez con mas paliza,
(el cabello se te eriza
por temor a un resbalón)...,
vertical,resbaladiza,
LA PORTILLA DEL CRAMPÓN.
Detrás de ese especialista,
fui con mi hermano menor
al Pico del Almanzor.
Allá,arriba hay una vista
que es tan espectacular,
que de ella no acierto a hablar:
simplemente,no hay palabras:
subimos como dos cabras,
bajamos como dos gatos,
( yo,como puedo,lo pinto):
como como culebras,a ratos.
Yo no ví la cosa clara:
quise,al caerse Jacinto,
que la tierra me tragara.
Todo se quedó en un susto;
volvimos a estar los dos,
relativamente,a gusto.
Esta relatividad
se debió a nuestra tardanza,
al pensar en su ansiedad,
y a que estaba nuestra panza
como un farol,la verdad.
Yo llegué rendido al llano,
me dí un baño en la Laguna,
lo mismo que hizo mi hermano:
pues,mi hermano,por fortuna
sólo arañazos tenía;
pero,aunque sólo era eso,
en el estómago un peso
nos torció a todos el día.
Diez horas habían pasado,
desde que por la mañana
habíamos comido fruta;
pero nos quitó la gana
un pedrusco,hijo de puta.
Es la Laguna un imán
tan grande,que no es extraño,
el ver que una vez al año,
a diez metros de mí van
estos tres hermanos míos,
a ver los machos cabríos,
que, a veces...,no se verán.
Así le pasó a Valito,
que iba con mucha ilusión
a ver a tanto cabrón,
(que es,cuando crece,el cabrito),
y se quedó,el pobrecito
"como el gallo de Morón
".
Si con los machos,no rascas
bola,lo que sí es la monda,
es,lo que en Navarredonda
conocen por Valdeascas.
A las pozas llegarás,
si te metes por detrás
de aquella gasolinera
en que echamos combustible.
Yo pienso que es imposible
encontrar otro lugar,
donde te puedas bañar
mejor;pero en las alturas
serán las aguas muy puras;
¡pero,muy frías¡.-¡ni hablar¡:
hay calefacción solar.
Son esos baños tan buenos,
tan tibios y relajantes,
que no hay,como dije antes,
semejante paraíso.
Se está en el granito liso,
poco después de bañarse,
como en el lago,al mirarse,
estaba el bello Narciso.
Cuando con ellos retozas,
después de catorce baños
en la relajantes pozas,
hay que hacer unos apaños:
comprar un par de botellas
de Perlado,porque ellas
son muro de contención.
Lo hizo,con mucha razón
Higinio,y con mucho tino:
andando un largo camino:
para que luego el Yllera
durara más y el Champang:
ese vino y ese pan
le vuelven loco a cualquiera.
Ese día,en la cocina
estuve inspirado yo;
y nos sacamos la espina
de lo que ayer nos pasó.
¡Vaya dos tortillas,jo¡.
Esas tortillas están,
para chuparse los dedos,
los cuatro miembros del clan.
¡Viva La Sierra de Gredos¡.
¡Viva Mariano y su pan¡.
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UNA DISPUTA ENTRE PRIMAS
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Estaban Nuria y Cristina
discutiendo en casa,el viernes.
Son niñas encantadoras;
pero,de raza les viene:
y en esta ocasión se tiran
los trastos que,a mano tienen.
no recuerdo las palabras;
pero fueron quince o veinte
palabras con mala uva
o frases bastante hirientes.
Contestando a no sé qué
iracundas pequeñeces,
dice Cristina:¡tu padre¡;
y Nuria,que tiene entonces
tres años y algunos meses,
contesta con media lengua:
¡el tuyo sí que,es embécil.
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Hace tiempo que no existe;
pero entonces habia un árbol
con unos melocotones
exquisitos.De muchachos,
fuimos un día,Felipe,
Pepe y yo,a llenar el papo.
Estuvimos media hora:
los tres estábamos hartos,
y llenábamos aparte,
más o menos,medio saco,
cuando se presentó Anselmo
con una cuerda en la mano.
Esta,dijo echando chispas,
la traigo para colgaros.
-Ese tiene mala leche.
de raza le viene al galgo.
Pepe se pudo largar,
y Felipe y yo quedamos:
que nos faltó sólo en
los pantalones cagarnos.
Cerca estaban escondidos
mi hermano Jacinto y Fausto,
y oyeron sus amenazas,
así como nuestros llantos.
Nos soltó,al fin; pero sólo
después de martirizarnos,
con sus torvas amenazas
y hasta con algún sopapo.
Siempre me encantaron los
melocotones citados;
pero desde aquella tarde,
aquella en que nos pillaron
con las manos en la masa,
y que casi nos cagamos,
se me quitaron las ganas,
y no he vuelto ni a probarlos.
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DANDO MORENAS
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Nicolás,cargando el carro
a las seis de la mañana:
yo,dándole las morenas,
polvorientas y pesadas.
Esa tarea,en sí misma
es siempre bastante ingrata;
pero si se tiene en cuenta
que yo,en aquella jornada,
subí al carro con mi hermano
dejando el sombrero en casa,
se me puede comprender
al decir que una putada,
es que el polvo y los resíduos
en el cogote te caigan.
Estaba ya hasta los huevos
hasta los h... estaba
cuando noté el cachondeo
de alguien que hablaba a mi espalda.
Miro para atrás,y era
,
que me vacilaba el guarda.
Cogí entonces el horcón,
usándolo como lanza,,
y no sé qué me notó
"Benepún",en la mirada,
que corrió como una liebre,
con el rabo entre las patas.
Ya sólo se escuchó el eco
de unas grandes risotadas:
era Valito en el carro
el que se descojonaba..
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Nicolás ha sido siempre
dicharrachero y simpático.
Un día,como otros muchos
estaba tirando cantos,
y a una de aquellas "chilindres",
le sacudió un buen cantazo.
La madre,que ha sido de
pronóstico reservado,
fue a casa,lo mismo que un
sargento de legionarios.
Se puso como una fiera,
entre chillidos y tacos;
pero el travieso chiquillo,
que era más tieso que un ajo,
le contestó al basilisco,
con la sonrisa en los labios:
-si en vez de darle a tranchete,
la llego a dar a sobaco,
se queda usted sin la Irene,
pues,seguro que la mato.
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Faustino Hernández Arenas
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